domingo, 6 de noviembre de 2011

UPYD PROPONE UNA REFORMA LABORAL INTEGRAL FRENTE A LAS PROPUESTAS DE PEQUEÑOS CAMBIOS SOBRE UN MODELO INEFICAZ Y SUPERADO

Los viejos partidos siguen manteniendo en sus programas políticos un mismo modelo de relaciones laborales que se ha mostrado sobradamente ineficaz y sobre el que proponen pequeños cambios que no solucionan los graves problemas que sufrimos. Sin embargo, nuestro mercado de trabajo necesita urgentemente medidas para impulsar el cambio de nuestro modelo productivo, de manera que permita un aumento de la productividad y facilite la generación de un empleo de calidad y estable.
UPyD propone que todos los nuevos contratos sean indefinidos y los temporales suprimidos, excepto para sustitución de bajas temporales. La indemnización por despido aumentará progresivamente en función de la antigüedad. Este nuevo modelo laboral permitirá a los nuevos trabajadores entrar en el mercado de trabajo como indefinidos con menor indemnización, hasta convertirse en indefinidos con una indemnización alta, sin saltos bruscos. Además, aumentará la protección del trabajador medio e incentivará la formación dentro de la empresa. Por otra parte, debe desarrollarse la contratación a tiempo parcial, haciéndola atractiva y competitiva.
Estas medidas deben complementarse con una mejora en  el sistema de cobertura para los trabajadores que agotan sus prestaciones y subsidios de desempleo, suprimiendo el requisito de ser mayor de 45 años para acceder a la Renta Activa de Inserción estatal, que proporciona cobertura durante once meses frente a la actual ayuda de 400 euros durante seis meses.
Es, por otra parte muy importante  regular de forma flexible la edad de jubilación, incentivando adecuadamente la prolongación voluntaria de la vida laboral, pero  penalizando fiscalmente las jubilaciones anticipadas por el coste que suponen para las arcas públicas.
En cuanto a Políticas Activas de Empleo deben ser sometidas a un sistema de evaluación externo, así como establecerse mecanismos de coordinación control y seguimiento entre los servicios públicos de empleo y las empresas y agencias privadas de intermediación laboral acreditadas.
Estas medidas, que suponen un cambio de modelo y no meras reformas del existente,  son las únicas que pueden permitirnos afrontar las dificultades en que nos encontramos, afectados de forma crónica por una capacidad muy alta de destrucción de empleo, inestabilidad laboral, excesiva segmentación entre trabajadores con contratos fijos y con contratos temporales y excesiva rotación de los trabajadores con contrato temporal.

Estas reformas se enmarcan en las ya realizadas  en varios países europeos y persiguen el objetivo conocido como “flexi-seguridad”, esto es, la introducción de reformas que permitan mejorar la flexibilidad del mercado de trabajo (entendida en un sentido amplio y no limitado únicamente a las facilidades puestas a disposición de las empresas para la contratación o el despido de trabajadores) al tiempo que se garantiza la estabilidad laboral de los trabajadores y la seguridad de la renta de aquellos que se encuentran temporalmente desempleados.