Tras los tres primeros meses de la toma de posesión del gobierno del PP, UPyD considera que la improvisación y el caos han sido sus notas distintivas, así como la descoordinación y la más que evidente falta de liderazgo ante las ausencias prolongadas de los consejeros y, sobre todo, de la presidenta regional.
El PP ha mostrado que carece de personal eficiente “de confianza” suficiente para ocupar los puestos de responsabilidad de la Junta de Comunidades, dejando vacantes durante meses muchos de esos puestos y negándose a contar con los funcionarios que son los verdaderos técnicos en las diferentes materias, lo cual ha creado caos, desconcierto y situaciones irregulares, especialmente en Educación y Sanidad. Un buen ejemplo es lo acontecido en la Consejería de Educación, donde el desconocimiento ha dado lugar a imitar la política madrileña de aplicar recortes sin considerar que vulneraban la orden de organización de centros escolares de 2008 y sin tener en cuenta los derechos reconocidos de los funcionarios en prácticas y de carrera afectados. Esta aberración dio lugar a rectificar en varias ocasiones y, por último, crear un lacónico decreto para dar legalidad “in extremis” a una situación marcada por la política de hechos consumados frente a la legalidad vigente.
La política de Mª Dolores Cospedal ha atentado contra la calidad educativa con la disminución de la dotación de centros y de educación bilingüe, así como la práctica desaparición de la formación permanente del profesorado y la “evaporación” del programa Escuela 2.0 para la introducción de herramientas informáticas en los centros educativos. Junto a lo anterior, el incremento de dos horas en el horario presencial en aula de los docentes ha generado la disminución de servicios complementarios realizados por éstos que afectan especialmente al control del alumnado en institutos de difícil desempeño y, en general, a otros servicios de sustitución de profesorado ausente, atención a alumnado con materias pendientes, etc…
Las medidas educativas culminan negativamente al provocar que más de un millar de profesores pasen a engrosar las filas del paro, cifra que se incrementará el próximo curso hasta alcanzar, al menos, dos millares.
En épocas de crisis es la Educación la que debe ser más favorecida y nunca recortada, dado que es el motor del progreso y, sin embargo, es el único sector, a imitación de lo ocurrido en la Comunidad de Madrid, en el que se han aplicado medidas de austeridad.
UPyD, por otra parte, espera que se concreten otras medidas anunciadas, como la ley de emprendedores, que no ha venido acompañada de políticas activas para la creación de empleo y, especialmente, las relacionadas con la drástica y necesaria disminución de las empresas públicas de Castilla La Mancha.
La Universidad es otra asignatura pendiente que el Gobierno debe abordar para convertirla en motor de investigación y progreso y que deje de ser refugio de privilegiados, algo que parece lejos de llevarse a cabo cuando observamos que el incremento de horas de aula para el profesorado de Primaria y Secundaria no se ha hecho extensivo a esta institución, lo que parece confirmar que el PP considera erróneamente a la Universidad como algo intocable.
UPyD en Castilla La Mancha, apoyará al Gobierno en todas las iniciativas que supongan modernización, austeridad y acciones tendentes al cambio en el modelo productivo, pero sin menoscabo de los servicios educativos, sanitarios y sociales fundamentales y espera un cambio de actitud en el gobierno de Cospedal para lo que es imprescindible introducir técnicos con conocimiento y experiencia en las Consejerías, acelerar los cambios prometidos y contar con un auténtico liderazgo que se muestre abierto a las propuestas del resto de formaciones políticas.